Cómo organizar un taller de valores cristianos

Este artículo fue escrito por Miguel Ángel Martín Bautista, certificado en CoachingxValores.

Con esta entrada en el blog me gustaría compartir con vosotros los talleres que he empezado a impartir, adaptando la metodología Zinquo al ámbito de grupos católicos, con el objetivo de trabajar los valores cristianos.

Por valores cristianos se entienden aquellos valores que transmitió Jesús de Nazaret durante su vida, y que quedaron plasmados en la Biblia.

En concreto, dentro de los 3 tipos de valores, los valores cristianos se pueden asociar en su mayoría a valores emocionales/desarrollo y éticos/sociales, aunque también a algunos económico/pragmáticos como el de la comunicación (¿quién puede negar que Jesús fue un gran comunicador?).

El taller lo he empezado a impartir a un grupo de jóvenes cristianos como complemento al resto de formación que está recibiendo en la catequesis de confirmación, aunque entiendo que podría aplicarse a cualquier otro colectivo que quisiese profundizar en los valores cristianos, como puedan ser matrimonios, niños de poscomunión, etc.

Objetivos del taller

Así, los objetivos principales del taller son:

1. Descubrir si dentro de los valores personales se están teniendo en cuenta valores cristianos
2. Identificar si se está siendo coherente con ellos;
3. Ponerlos en acción a través de un plan de mejora, para tener una vida más coherente con las propias creencias y un mayor compromiso en la sociedad.

Duración y partes del taller

La duración es de 5 horas y está divido en estas cuatro partes:

1. Definición de valores. Identificación y puntuación de valores personales fundamentales
2. Definición de valores cristianos. Identificación y puntuación de valores cristianos
3. Valores compartidos y desalineaciones
4. Plan de acción para los valores cristianos más desalineados.

De forma muy sintética, el taller tiene una estructurar similar al trabajo de valores compartidos en pareja pero siendo en este caso nuestra “pareja” Jesús de Nazaret.

Durante la primera y segunda parte del taller, cada participante va identificando por una parte sus valores personales y por otra los valores cristianos, de todos los que transmitió Jesús de Nazaret, que entiende que son más importantes actualmente para él.

La siguiente sesión le lleva a darse cuenta de si tiene valores compartidos y, después de la reflexión y su puntuación, evidenciar si necesita ser más coherente con alguno de estos e incluso si no tiene ninguno compartido, incorporar algun valor cristiano dentro de sus valores personales para mejorarlos.

La última parte está dirigida a realizar, con los valores cristianos más desalineados, un detallado Plan de acción que le lleve a la mejora como cristiano.

Un aspecto a destacar de estos talleres es la importancia de la participación del catequista o responsable del grupo, ya que ayuda, en los momentos de puesta en común, a dar el enfoque y poner los ejemplos adecuados en algunos de los valores cristianos que se van comentando.

Valoración de los asistentes

Por la experiencia que he tenido con los jóvenes y su catequista, según sus propias palabras, la valoración ha sido muy positiva y ha supuesto todo un descubrimiento personal, y cómo, a través de un juego y una metodología clara, han podido trabajar los valores de una forma tan directa y entretenida a la vez.

Para mí ha supuesto todo un reto la adaptación de la metodología y una satisfacción ver cómo está ayudando a estos adolescentes a mirarse en su interior, hacerse preguntas que quizás nunca se habían hecho y tener la posibilidad de marcarse un Plan de acción para ser más coherentes como cristianos y construir un mundo mejor.

Querría destacar al sacerdote y a la parroquia que me ha permitido poder presentar este tipo de talleres orientados al entorno de los grupos católicos, lo cual, en este caso, habla muy bien de la Iglesia, como institución abierta a aplicar nuevas metodologías que estén orientadas a un mayor descubrimiento de la esencia del ser humano, con el objetivo también de hacer un mundo mejor.

Mi opinión y experiencia

El camino que he emprendido con este tipo de talleres tiene todavía un largo recorrido, más allá del trabajo orientado a trabajar los valores cristianos dentro de los 3 ejes conocidos; ya que por el hecho estar teniendo en cuenta a un líder inspirador tan especial como es Jesús de Nazaret y que transciende hasta llegar a lo espiritual.

Con el tiempo, mi intención es profundizar y realizar un trabajo que incluya valores espirituales (ej. propósito en la vida, la verdad, la esperanza, la contemplación, la creencia, la compasión, el respeto a la vida, etc) de los que ya da algunas pinceladas Simon Dolan en la parte final de su libro Coaching por Valores, agrupándolos dentro de un cuarto eje.

En mi humilde opinión, este cuarto eje, independientemente de que una persona sea o no creyente, es el que termina por llegar a la esencia del ser humano, darle más sentido a su vida y, en consecuencia, acercarle mucho más a la felicidad y construir con los demás una vida mejor.

Es tu turno

¿Qué opinas del taller? Deja tus comentarios a continuación para debatir con Miguel Ángel. Por otra parte, si deseas aprender como Miguel Ángel a realizar tus propios talleres del Método Zinquo, solicita información sobre la próxima certificación.